Qué puedo decirte de la película, sabiendo como sabes que soy un incondicional de tu arte, que sea objetivo y creíble? Que no se me escapa el razonable parecido de Sally Hawkins con tu última musa y la sensualidad cosmopolita de la Hayley Atwell,... eres una causa perdida!. Que me encanta que tus películas sean tan endiabladamente naturales -y esta lo és- y que hayas vuelto a conseguir esa atmosfera tan personalmente tuya, sin las iconoclástias de otras etapas, en la que cualquiera de nosotros se sentiría cómodo como lo hemos estado experimentando el síndrome de Estocolmo a veces y todo lo contrario después.
Pero,... ya sabes que yo siempre tengo un "pero", tenías que volver a experimentar la angustia, la tensión y los giros inesperados que, aunque maravillosamente escenificados, son demasiado parecidos a aquella otra obra maestra tuya primera de la trilogía londinense. Luego está ese subjetivo asunto de la moraleja; de la avaricia y sus desgraciadas consecuencias, como a la Cassandra mítológica.
Bravo!
Me despido Woody, con un admirativo aplauso por Cassandra's Dream y confiándote que esperaré ansioso la del año que viene. Hasta la vista!
Juanete,... 4 de 5